Astrofísica y marketing
2 diciembre, 2012 2 comentarios
De vez en cuando te sorprendes al encontrar pequeñas referencias de tintes científicos en la vida cotidiana. Como en el caso de hoy: astrofísica y moda. No tienen nada que ver, y sin embargo existe una marca de ropa con un guiño astrofísico.
Pero antes de todo esto, nos tenemos que ir la década de los 90. No de 1990, si no de 1890, con Pickering y su harén (donde se encontraba por cierto, Henrietta S. Leavitt, cuyas peripecias podéis ver en sus diarios 😉 ), que establecieron el criterio para clasificar las estrellas del que vamos a hablar.
En astronomía, una de las formas más usuales de clasificar las estrellas, es atendiendo a su espectro. Es decir: miramos la luz que nos llega de ellas, vemos cómo es esta luz (qué líneas de absorción presenta) y esto nos permite estimar de qué materiales está compuesta la estrella. Esto se relaciona con la temperatura a la que se encuentra la superficie de la estrella, que a su vez está está relacionada con el color que presenta.
Aquí algunos habréis dicho: «¿Color? ¡Pero si yo sólo veo puntitos blancos!». Lamentablemente, desde la ciudad ya no podemos ver el cielo como tendríamos que verlo (maldita contaminación lumínica). Pero si salís al campo, o vivís en zonas donde no haya tanta contaminación lumínica y estáis unos pocos minutos mirando el cielo, seguro que podréis ver alguna estrella que es de color más rojizo (Antares en la constelación de Escorpio y Betelgeuse en la constelación de Orión son buenos ejemplos). Y ya si miramos a través de un telescopio, podemos ver esta diferencia claramente.
Albireo | Fuente
Lo que tenéis en la imagen es una estrella doble: Albireo. Como podéis ver, son estrellas de diferente color. Lo que nos da un pista de la temperatura a la que se encuentra cada una: la azul está más caliente que la anaranjada-rojiza. ¿Cómo de caliente? Echad un vistazo al siguiente cuadro:
Nuestro Sol está a unos 5800 K en superficie, color amarillo. En concreto una estrella de tipo G. En inglés: una G-Star.
Volved al principio del post y mirad la marca de ropa. G-Star Raw. ¿Casualidad? No lo sé, pero me gustaría pensar que un tipo del departamento de márketing miró al cielo en busca de respuestas 😉
Parece que alguien en el departamento de marketing se ha leído algún libro sobre estrellas, molan estos detalles.
Saludos.
No sé si tendrá algo que ver pero… como detalle es curioso 🙂
Saludos